Resulta indiscutible que la motivación de mayor relevancia para seleccionar una carrera de las ciencias de la salud es la vocación médica, y que la misma resulta una de las más nítidas expresiones de espiritualidad en diferentes culturas y medios de producción socioeconómicos. Es por ello lógico que estos aspectos -donde se incluyen también lo ético, deontológico y axiológico- sean priorizados en cuanto a su significación profesional y al desarrollo alcanzado por médicos y estudiantes.
Se evidenció además una importante concordancia entre los criterios de los estudiantes y los que sustentan los constantes esfuerzos nacionales por la universalización de la cultura aprovechando todos los medios disponibles.
Finalmente, es importante destacar el énfasis otorgado por los encuestados a la ejemplaridad de los profesores, en gran parte responsable de la destacada ejecutoria de nuestros médicos internacionalistas, que sobresalen no solo por su elevado nivel científico técnico, sino también por su profunda calidad humana.
Es, sin embargo, necesario en nuestra apreciación, que los objetivos educativos orientados al desarrollo de lo cultural y espiritual en nuestros estudiantes no descansen en la espontaneidad implícita en las vivencias interpersonales en un medio socialista como el nuestro, matizado por sus profundos principios solidarios, humanísticos y espirituales, sino que sean planificados y perseguidos durante cada gestión médica para no desperdiciar las potencialidades de la práctica cotidiana, y reforzar así en forma consistente lo que constituye el pilar fundamental de nuestra misión social: la vocación médica.
El distanciamiento de estos principios, progresivamente acusado en medios neoliberales, conduce a una enseñanza profesional en la que se tiende peligrosamente a enfatizar la información sobre la formación, la técnica sobre la compasión, la instrucción sobre la educación y la habilidad sobre la espiritualidad.11
Se egresan así médicos cada vez actualizados, pero menos sensibles; cada vez más técnicos, pero menos involucrados; cada vez más entrenados, pero menos disponibles; cada vez mejor equipados, pero menos integrales; cada vez más automatizados, pero menos humanizados; y cada vez más capaces de "hacer", pero menos de "estar".
Concluimos que se pudo apreciar una priorización de la espiritualidad sobre lo cultural, tanto en lo referente a su significación profesional como en el nivel alcanzado por nuestros médicos y alumnos. El logro de una nítida conceptualización diferencial de lo cultural y lo espiritual como objetivos educativos en la formación médica; consenso en cuanto a recomendaciones específicas para la formación médica, concordante con los esfuerzos nacionales para desarrollar cada vez más el nivel cultural y espiritual de nuestra población; así como el énfasis especial en el significado de la ejemplaridad del profesor para alcanzar estos relevantes objetivos educativos.
Lo cultural y lo espiritual en la formación médica: apreciaciones de estudiantes de 5to. año de Medicina
Ricardo González Menéndez1
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21252004000300002&script=sci_arttext
Resulta indiscutible que la motivación de mayor relevancia para seleccionar una carrera de las ciencias de la salud es la vocación médica, y que la misma resulta una de las más nítidas expresiones de espiritualidad en diferentes culturas y medios de producción socioeconómicos. Es por ello lógico que estos aspectos -donde se incluyen también lo ético, deontológico y axiológico- sean priorizados en cuanto a su significación profesional y al desarrollo alcanzado por médicos y estudiantes. Se evidenció además una importante concordancia entre los criterios de los estudiantes y los que sustentan los constantes esfuerzos nacionales por la universalización de la cultura aprovechando todos los medios disponibles.
Finalmente, es importante destacar el énfasis otorgado por los encuestados a la ejemplaridad de los profesores, en gran parte responsable de la destacada ejecutoria de nuestros médicos internacionalistas, que sobresalen no solo por su elevado nivel científico técnico, sino también por su profunda calidad humana.
Es, sin embargo, necesario en nuestra apreciación, que los objetivos educativos orientados al desarrollo de lo cultural y espiritual en nuestros estudiantes no descansen en la espontaneidad implícita en las vivencias interpersonales en un medio socialista como el nuestro, matizado por sus profundos principios solidarios, humanísticos y espirituales, sino que sean planificados y perseguidos durante cada gestión médica para no desperdiciar las potencialidades de la práctica cotidiana, y reforzar así en forma consistente lo que constituye el pilar fundamental de nuestra misión social: la vocación médica.
El distanciamiento de estos principios, progresivamente acusado en medios neoliberales, conduce a una enseñanza profesional en la que se tiende peligrosamente a enfatizar la información sobre la formación, la técnica sobre la compasión, la instrucción sobre la educación y la habilidad sobre la espiritualidad.11
Se egresan así médicos cada vez actualizados, pero menos sensibles; cada vez más técnicos, pero menos involucrados; cada vez más entrenados, pero menos disponibles; cada vez mejor equipados, pero menos integrales; cada vez más automatizados, pero menos humanizados; y cada vez más capaces de "hacer", pero menos de "estar".
Concluimos que se pudo apreciar una priorización de la espiritualidad sobre lo cultural, tanto en lo referente a su significación profesional como en el nivel alcanzado por nuestros médicos y alumnos. El logro de una nítida conceptualización diferencial de lo cultural y lo espiritual como objetivos educativos en la formación médica; consenso en cuanto a recomendaciones específicas para la formación médica, concordante con los esfuerzos nacionales para desarrollar cada vez más el nivel cultural y espiritual de nuestra población; así como el énfasis especial en el significado de la ejemplaridad del profesor para alcanzar estos relevantes objetivos educativos.
Lo cultural y lo espiritual en la formación médica: apreciaciones de estudiantes de 5to. año de Medicina
Ricardo González Menéndez1
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21252004000300002&script=sci_arttext
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